domingo, 27 de noviembre de 2011

La estructura de la palabra. Flexión, derivación y composición.

La estructura de la palabra.

La doble articulación: el monema.

La doble articulación supone que un mensaje lingüístico esté siempre formado por unidades menores que se articulan en dos niveles: las unidades mínimas dotadas de significación, esto es, los monemas (primera articulación del lenguaje) y las unidades mínimas carentes de significado o fonemas (segunda articulación del lenguaje).

Gracias a esta doble articulación (división o descomposición), las lenguas poseen un potencial ilimitado para construir nuevos mensajes.

El monema.

El monema es la unidad mínima dotada de significado. Significado no sólo se refiere al contenido léxico básico de la palabra (casaà ‘lugar donde viven las personas’) sino también al “significado marginal”: derivativo, flexivo y relacionante, por ejemplo:

Casita à ‘aporta tamaño (en este caso, pequeña).

Casas à la “s” aporta número (dos o más cosas).

Tengo casa y coche à la “y” relaciona la casa con el coche.

Los monemas pueden ser de dos tipos:

- Unidades mínimas portadoras de contenido léxico básico de la palabra, llamados lexemas y que sólo poseen los sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios.

- Unidades que modifican a los lexemas, o bien a las relaciones entre las palabras dentro de un sintagma o de una oración. A estas unidades las llamamos morfemas.

Los morfemas se pueden subdividir en:

- Morfemas derivativos o afijos, que pueden ser prefijos, interfijos (o infijos) y sufijos; dependiendo del lugar que ocupan respecto al lexema.

- Morfemas flexivos, que aportan significación gramatical (género, número, persona, tiempo…).

- Morfemas gramaticales libres o morfemas independientes, que constituyen palabras independientes: conjunciones (de significación relacionante), preposiciones (de significación relacionante), adjetivos determinativos (de significación determinante).

La estructura de la palabra: su clasificación.

Atendiendo al número de lexemas:

- Simples. Son aquellas palabras que constan de un solo lexema (mesa) o de un solo morfema (por).

- Compuestas. Son aquellas palabras formadas por dos o más lexemas.

Palabras y lexías.

La palabra es la unidad formal compuesta de lexema + morfema. La lexía es una unidad léxica memorizada, funcional, y que no coincide necesariamente con la palabra; por ejemplo: meter la pata, estar en forma, etc.

Existen cinco tipos de lexías:

- Lexía simple es aquella que coincide con el concepto de palabra, por ejemplo: casa, allí, etc.

- Lexía compuesta es la que contiene varias palabras, parcial o totalmente integradas, por ejemplo: matasanos, sacacorchos, etc.

- Lexía compleja es una secuencia más o menos estereotipada de palabras (se repiten sin variación), como por ejemplo: echar de menos, recién casados, en volandas, etc.

La lexía compleja tiene una función determinada por la naturaleza de sus componentes, así Echar de menosà es un verbo. Recién casadoà es un adjetivo. En volandasà es un adverbio.

- Lexía textualà “Dime de qué presumes… (y te diré de lo que careces). “Al que madruga (madrugador)…”

- Lexía de siglasà ONU, PCE, PSOE…

Procedimientos en la lengua para llevar a cabo la composición.

La sinapsia.

Es el único tipo de composición que permite la especificación detallada del significado. La unión de sus miembros es sintáctica. Habitualmente lleva la preposición de, por ejemplo: estrella de mar. También puede llevar la preposición a, por ejemplo: olla a presión, avión a reacción. Es más extraño el uso de la preposición en, por ejemplo: tres en raya.

El orden de los elementos siempre es el mismo: determinado + determinante. El determinante carece de artículo para no romper la unidad del conjunto. Así tenemos:

Mando a distancia Mando a la distancia

determinado determinante

Los elementos que surgen de la sinapsia son siempre adjetivos o sustantivos.

Se considera que hay sinapsia cuando el significado siempre es el mismo, así como sus elementos y orden; y además está aceptada por los hablantes y es de uso frecuente.

Vamos a jugar al tres en raya. Vamos a jugar al fútbol en Valverde.

La sinapsia se da sobre todo en textos científicos y técnicos (conejillo de indias, líquido de frenos, freno de mano, etc.

Disyunción.

Se produce cuando los dos componentes no se han fusionado gráficamente, pero la lexicalización es un hecho porque designan a un solo objeto, por ejemplo:

Cama nido, cuento chino, pez espada, etc.

(por separado no podemos saber su significado)

Se suelen ver estas formaciones en el ámbito de la zoología y la botánica (sauce llorón, pájaro pinto, oso hormiguero, rosa silvestre, etc.).

Contraposición.

Son dos elementos unidos por un guión. La acentuación gráfica se mantiene en sus dos componentes. Suelen aparecer dos adjetivos à proceso físico-químico, o dos sustantivos à buque-escuela.

Yuxtaposición.

Es la más abundante y la fusión gráfica es total, así como su lexicalización y gramaticalización. Hay numerosas combinaciones: sustantivo + sustantivo à madreselva, sustantivo + adjetivo à aguardiente, adjetivo + adjetivo à agridulce, adverbio + verbo à menospreciar, verbo + complemento directo à guardamuebles, etc. Asimismo, las relaciones que mantienen entre sí los componentes son muy diversas: coordinación à carricoche, atribución à casatienda, etc.

En algunos casos intervienen más de dos piezas léxicas, como por ejemplo: correveidile (formado por la coordinación de tres verbos), bienmesabe, metomentodo, hazmerreír…

Hincapié

verbo + sustantivo

Composición mediante el acortamiento de palabras.

-La acronimia, o unión de extremos opuestos de dos palabras (autobús > automóvil + ómnibus, informática > información automática).

Se da mucho la acronimia en los textos de carácter técnico. La mayoría son préstamos de otras lenguas (bit > binary digit, motel > motorist hotel).

- Las abreviaturas compuestas, en las que lo abreviado son dos o más palabras y sólo se retiene la primera de cada una, por ejemplo: b.s.p. à ‘besa sus pies’, D.E.P., a. de C.

- Las abreviaturas complejas o siglas, cuando lo abreviado son nombres propios. Admiten diversas modalidades según su realización fónica:

Siglas transparentes (CC OO, TVE), que se leen pronunciando la forma desarrollada (comisiones obreras, televisión española).

Siglas opacas (LP, UHF, CD, DVD), que se leen pronunciando el nombre de cada una de las letras componentes.

Siglas opacas leídas secuencialmente, como cualquier otra palabra de la lengua (RENFE, TALGO, AVE, ESO).

Con el tiempo su significado original “se oscurece”, con lo que se produce una lexicalización, por ejemplo: ovni (‘objeto volador no identificado’), radar (radio and detection and raging).

“No se han visto ovnis desde hace años”. “Los radares no detectaron a ese avión chino”.

Derivación y flexión.

La derivación consiste en la creación de elementos léxicos nuevos por adición de palabras ya existentes en la lengua de elementos inseparables, esto es, de afijos.

Mientras que con la derivación hay cambios de significado e incluso de categoría gramatical, con la flexión se producen cambios respecto al género, número, persona, tiempo, etc.

*¡Ojo con las palabras que pueden funcionar como verbos o como adjetivos!

Yo me caséà morfema flexivo.

Yo no me he casadoà morfema flexivo

Yo soy un hombre casadoà sufijo.

Derivación por prefijos cultos.

Por un lado son prefijos por su anticipación a la base léxica, y por el otro son falsos por su origen culto y su introducción reciente en la lengua, en palabras creadas artificialmente en el lenguaje técnico-científico: biografía, cronología, videocámara, etc.

¿Consideramos a estas palabras como compuestas o como derivadas?

Las consideramos compuestas cuando los dos elementos son de origen culto, sobre todo cuando alguno de ellos puede actuar como prefijo o como base léxica, por ejemplo:

Cromografía (“cromo” tiene el significado de ‘color’), teléfono (‘sonido de lejos’).

Las consideramos derivadas cuando el segundo término no es culto, o cuando se quiere realzar el significado con mayor o menor subjetividad, por ejemplo: supercoche, supereconómico, hipermercado, hipereficaz, etc. Hoy en día están muy de moda estos términos.

A diferencia del sufijo, el prefijo no cambia la categoría de la palabra pero sí puede cambiar su significado.

Móvilà inmóvil, normalà anormal, hacerà deshacer, maduroà inmaduro.

Derivación por sufijos.

Es el más importante de los procesos derivativos. Sigue siendo un método frecuente de creación de neologismos en el español de ambos lados del Atlántico, aunque a veces con soluciones a veces diferentes y chocantes (“balacera”, por ejemplo).

Los sufijos indican la categoría gramatical a la que pasa a pertenecer la unidad creada:

∞ Sustantivos: creacionismo, humanidad, labranza.

∞ Adjetivos: creador, humanístico, labrador.

∞ Verbos: crear, humanizar, labrar.

∞ Adverbios: humanamente.

Tipos de sufijos.

Sufijos de nombres.

- Indican cualidad. Todos estos sufijos permiten crear sustantivos que tienen idea de ‘cualidad’:

∞ -ancia, -encia (abundancia, indigencia).

∞ -anza (enseñanza).

∞ -dad, -edad, -idad (bondad, contrariedad, barbaridad).

∞ -ería (tacañería, tontería).

∞ -ez (estupidez).

∞ -ismo (comunismo).

∞ -or (estupor).

∞ -ura (locura, cordura).

- Indican un sentido de ‘acción’:

∞ -ación, -ción (interrogación, oración).

∞ -adura, -dura, -idura (mojadura, añadidura)

∞ -aje (aprendizaje)

∞ -amiento, -imiento (casamiento, sentimiento).

∞ -anza (templanza).

∞ -atoria (moratoria, eliminatoria).

∞ -azo (estacazo).

∞ -era (tapadera, borrachera).

∞ -ón (tirón, empujón).

∞ -ura (rotura, fisura).

- Indican sentido de ‘lugar’:

∞ -adero, -edero, -idero (fregadero, vertedero, sumidero).

∞ -ador, -edor, idor (congelador, comedor, recibidor)

∞ -atorio (velatorio, auditorio).

∞ -ería (droguería, carnicería).

∞ -era (papelera, cartelera).

- Indican sentido de ‘abundancia de algo’:

∞ -ada (manada).

∞ -aje (cortinaje).

∞ -amenta (cornamenta, vestimenta).

∞ -ar, -al (millar, arenal, palomar).

∞ -eda (alameda, rosaleda, arboleda).

∞ -erío (caserío, poderío).

Sufijos de adjetivos.

- Hay un grupo que da al adjetivo el sentido de ‘relativo a algo’:

∞ -al, -ar (gubernamental, familar).

∞ -ano (castellano, republicano, anglicano).

∞ -ario (funcionario, presidiario).

∞ -ense (pacense, lucense).

∞ -es (montañés, escocés).

∞ -ino (isabelino, pueblerino).

∞ -ista (cuentista, periodista, artista).

- Otro grupo marca el significado de ‘el que hace la acción’.

∞ -ador, -edor, -idor (retador, roedor, cumplidor, acomodador).

∞ -ante, -iente (cambiante, paciente ‘el que tiene paciencia’).

∞ -oso (lluvioso).

- Y por último, un grupo formado por adjetivos con el sentido de que ‘que pueden sufrir la acción’:

∞ -able, -ible (amable, visible, sobornable, indivisible).

∞ -adero, edero, -idero (apeadero, perecedero, venidero)

Sufijos apreciativos.

No cambian, salvo en contados casos, la categoría gramatical de la palabra base. Pueden ser:

- Aumentativos: -on (juguetón, santurrón), -azo (latigazo, bribonazo), -ote (machote, feote).

- Diminutivos: -ito (calladito), -illo (chiquillo), -ico (apañadico), -ete (flojete), -uelo (polluelo), -in (danzarín).

- Despectivos: -acho, -ucho, -aco, -ejo, -orro, -astro.

Otra clase de afijos son los llamados interfijos (o infijos).

Son un tipo especial de unidades que aparecen entre el lexema y el sufijo (pec-ec-ito) y, más raramente, en entre el prefijo y el lexema (en-s-anchar). Son elementos de enlace. No hay que confundirlos con los sufijos y prefijos: el elemento –ec- en pececito no es un sufijo, pues no existe la palabra pecec, sino un interfijo que une el lexema pez- con el sufijo –ito; sin embargo en nacionalista, -al sí puede ser final de palabra: nacional. Se trata de un sufijo. De manera análoga, la –s- de ensanchar no es un prefijo, pues no existe la palabra sanchar. En desembarcar, em sí puede iniciar la palabra embarcar, luego es un prefijo.

La parasíntesis.

En la parasíntesis se da al mismo tiempo en una palabra composición y derivación. Puede que no exista en la lengua el compuesto ni el derivado, por ejemplo: pica-pedr-ero (ni existe picapedro ni pedrero), ropa-vej-ero.

En otros casos sí existenà hoja-lat-ero, libre-camb-ista.

También se da cuando tenemos un prefijo, un lexema y un sufijo sin que exista previamente la palabra formada por el prefijo con el lexema ni el lexema con el sufijo, por ejemplo:

Desalmado (no existe ni desalma ni almado).

Los sustantivos abstractos.

En textos donde aparece la exposición y la argumentación es destacable la abundancia de términos abstractos. La razón estriba en que se manejan todo tipo de ideas, conceptos, por encima de otros materiales. No olvidemos que abstraer es un proceso que consiste en eliminar los caracteres individuales para quedarse con lo genérico, llegando a la creación de entidades mentales a las que llamamos conceptos. Muchos de estos términos son tradicionales y existen desde hace siglos: filosofía, metafísica, ética, fe, etc. Pero constantemente surgen otros nuevos y son mucho más recientes palabras como modernidad, sociología, existencialismo, vivencia, relatividad, etc.

Los sustantivos abstractos se forman habitualmente añadiendo sufijos a lexemas verbales o adjetivos, por ejemplo:

- ad: maldad, dignidad.

- ancia: abundancia, constancia.

- encia: paciencia, diferencia.

- anza: esperanza, bonanza.

- ez: lucidez, esbeltez.

- eza: pureza, realeza.

- ción: inspiración, creación.

- ura: locura, frescura.

- miento: sentimiento, mandamiento.

- ismo: fatalismo, purismo.

- icia: justicia, malicia.

Además de este mecanismo morfológico, cualquier sustantivo se convierte en abstracto si le anteponemos un artículo generalizador: el ser, el hombre, la persona, la mente, etc.

El mismo proceso tiene lugar al colocar un artículo neutro ante un adjetivo: lo bueno, lo bello, etc.