miércoles, 1 de noviembre de 2023

"Otoño de 2004", Pedro R. Mederos Díaz


  Llegaba el primer otoño en tierras norteamericanas y la naturaleza ofrecía uno de los espectáculos de colores más bonitos que jamás haya apreciado un canario: el cambio de tonalidades y tinturas de las hojas de los árboles y una mágica mudanza rápida de temperatura, debido a que no hacía el calor sofocante y húmedo del verano, ni tampoco el frío del invierno. Llovía más que en cualquier otra estación, es cierto, pero la temperatura era neutra: no había ni frío ni calor, sino todo lo contrario, con lo cual daba igual cómo las personas fueran vestidas. Si bien es cierto que en Inglaterra había visto algo parecido, en Chicago era un fenómeno difícil de describir, pues englobaba cambios de temperatura, gradaciones de colores hasta en el cielo y el culmen de todo el proceso: la primera nevada antes del invierno. Si ya la nieve es hermosa para quien no tiene que “palearla a diario” en la puerta de su casa y en el jardín, ver una nevada es un momento de un maravilloso silencio que agradecían todos los sentidos: vista, tacto, oído, gusto e incluso olfato (sobre todo la primera vez que se observa ese fenómeno). 

Para la vista era algo fuera de lo normal ver en el parabrisas de un automóvil la perfección de rayas y bifurcaciones que tiene un pequeño copo de nieve, tal estrella de mar, erizo y pulpo a la vez por un lado; por el otro, una extraña luminosidad que encandilaba; para el tacto era como tocar arena helada, a diferencia de la nieve o granizo que caía en las cumbres de Canarias o en el sur de Inglaterra; para el oído era una pausa extraña en una ciudad llena de ruidos por todos lados; para el gusto, agua exquisita cuando caía en tus manos; para el olfato, un olor neutro que te hacía olvidar la polución de una gran ciudad.

  Era la época del Thanksgiving Day, el ‘Día de Acción de gracias’ de los colonos hacia los indios, que en Estados Unidos consistía en la reunión de la familia o pasar esa jornada con alguien que no tuviera con quien estar. Era como una especie de Nochebuena en la tradición española en la que era típico cocinar un pavo. Con el paso del tiempo, el ave ya se compraba congelada, se metía en el microondas y el relleno de dentro se compraba aparte. Así eran las nuevas costumbres en Estados Unidos: cocinas enormes, con “islas mesa” en el centro, al más puro estilo de las de los chefs profesionales de los hoteles, con todo tipo de detalles, cuberterías, utensilios de cocina, grandes neveras y congeladores… ¡De adorno, porque el estadounidense no pierde el tiempo cocinando! Utilizan el congelador, el microondas para descongelar y calentar productos que ya compran elaborados y la nevera para tener leche fresca que poner a sus cereales procesados y ultra-azucarados por la mañana!

  Mi mujer y yo fuimos invitados a la casa de un compañero de instituto que daba clases de francés y español. Una persona ya a punto de jubilarse, con una cultura extensa y con el hambre de conocimiento de un estudiante universitario.

  Con el paso del tiempo, me hice íntimo amigo del “irlandés”, como denominaba la prima de mi madre a Jack Higgins.

  “Irlandés”, “polaco”, “ruso”, “escocés”, “mexicano”, “lituano” o “ucraniano” eran las denominaciones de los chicagoanos. De ahí la cardinal importancia del llamado “heritage”, un término que en español se traduciría como ‘herencia’ o ‘procedencia’; pero que en Estados Unidos va más allá y crea graves problemas de identidad en un país que tiene muy poca historia en común. He aquí la explicación de tanta bandera estadounidense en las casas o la interpretación del himno de Estados Unidos antes de cada acontecimiento de masas. Lo que en el Viejo Continente era interpretado como “fascismo” o nacionalismo extremo, en Estados Unidos significa algo que los une y que les da identidad.   

    La ciudad de Chicago me enamoró a primera vista: era una urbe del Midwest que rodeaba una gran parte del lago Míchigan, protagonista absoluto de la misma. Este pequeño océano de dulces olas y amarillas playas de arena era vital para mí, un canario que necesitaba ver el mar, símbolo de orientación en ciudades como Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife. Si alguien se pierde en ellas, nada más fácil que ir hacia donde se ve el mar (cerca de él están los puertos, ayuntamientos, cabildos u oficinas de información). En todas las islas, el ponto es símbolo de libertad, de futuro y de prosperidad; sobre todo en épocas de hambrunas o de dictaduras como las de Primo de Rivera o la de Francisco Franco. El Océano Atlántico trasladaba a los canarios en el siglo XX a Cuba primero y a Venezuela después. En siglos anteriores, hubo emigración canaria a La Luisiana (Saint Bernard Parish), a San Antonio de Texas o a Uruguay (Departamento de Canelones y la fundación de la ciudad de Montevideo).   

  Chicago era y es una ciudad política, correctamente política. El apodo de “The Windy City” no es exactamente por el viento polar que camina por el Lago Míchigan desde Canadá y que inunda cada invierno la Ciudad de Chicago, ¡qué también!, sino por el politiqueo, los “susurros” y el chanchulleo que siempre han existido en esta polémica población del llamado Medio - Oeste. El poder de la ciudad se repartía por “etnias”: los blancos controlaban los bomberos, la policía o en ese momento la alcaldía, con la saga de los Daley; los afroamericanos, el correo, transporte, etc.               

   Los hispanos no “pintaban nada”, a pesar de ser millones los que poblaban todo el estado de Illinois. Habían adquirido cierta cuota de poder en el sistema educativo, por ser el español la segunda lengua más hablada en la ciudad, desplazando así al polaco o al francés; sin embargo, nunca “cortaban el bacalao” cuando había que tomar importantes decisiones para el Illinois Board of Education.

   Por las preferencias del travieso representante del Ministerio de Educación: a unas personas las enviaba a colegios o a institutos tranquilos del norte de Chicago y a otros como yo al siempre peligroso Southside, zona sur de Chicago donde se concentraban los barrios negros de los tristemente conocidos projects y algunos barrios hispanos humildes como El Pilsen o La Villita. También existían zonas tranquilas y de clase media alta en esa área, como Beverly (o Beverly Hills), donde vivían blancos, negros y europeos recién llegados, o barrios como el de Clearance, de gente de clase media baja donde vivían la prima cubana de mi madre, Vitico (uno de sus hijos) y posteriormente nosotros. Era un antiguo barrio polaco cerca del Aeropuerto de Midway.

   El sur de Chicago fue experimentando cambios, pues estaba habitado por una población mayoritariamente blanca, descendientes de irlandeses, escoceses y polacos. Ante la demanda de empleo, muchas familias negras se trasladaron del pobre, deprimido y racista Sur histórico de Estados Unidos (Mississippi, Luisiana o Carolina del Sur) al liberal y progresista Chicago, cuyas fábricas necesitaban trabajadores.

  Muchos de estos barrios del Southside comenzaron a cambiar debido a la llegada de la población afroamericana y varias fueron las circunstancias que llevaron a la población blanca a cambiarse a los llamados suburbios (lugares que, a diferencia de Europa, son habitados por personas de clase media alta). Eran pueblos pequeños que lindaban con la ciudad de Chicago y que de la mañana a la noche se convirtieron en enormes ciudades dormitorio o satélites de cientos de miles habitantes, como Naperville, Woodridge, Palatine, etc.

 La primera vez que se entra a uno de los institutos de enseñanza secundaria del Southside impacta, impresiona para alguien acostumbrado a centros educativos canarios. En las puertas de acceso al instituto había detectores de metales y guardias de seguridad (unos veinte, aproximadamente).


Era una construcción de 1959 que fue un College, lo que en España equivaldría a un ciclo de grado superior o a dos años de carrera universitaria. Era bastante grande, con sus tres edificios, un buen pabellón de deportes con gradas, piscina cubierta, gimnasios y un enorme parque de césped y árboles fuera del mismo donde se podía practicar béisbol, fútbol americano, atletismo y soccer (el fútbol del resto del mundo).

En la primera planta del edificio principal se encontraba la biblioteca, la autoescuela, el comedor, administración, los despachos del Principal (‘director’) y de los dos Assistant Principals (‘vicedirectores’: uno se ocupaba de la disciplina y la otra haría las funciones de una jefa de estudios), las dependencias de los counsellors (‘consejeros’: una figura parecida a la de un tutor para cierto números de alumnos), la enfermería, aulas y la comisaría de policía, ocupada por dos agentes fijos de la Chicago Police Department.

  Era el famoso Bogan Computer Technical High School, otrora gran instituto cuando el barrio era diferente. Quedaban todavía algunos profesores de la época buena del centro académico de secundaria, aunque cada vez eran menos. Se había convertido en un instituto conflictivo con un sesenta por ciento de alumnos afroamericanos, un treinta por ciento de alumnos hispanos y el resto eran “blancos”, incluyendo en esa etnia a los árabes que siempre han vivido por la zona.

     Yo pertenecía al World Language Department, teniendo compañeros de todos los colores, etnias y tribus. Pronto me di cuenta de que estaba rodeado de maestros, no de profesores; algo que al principio no tuve muy en cuenta, pero que a la larga explicaría muchos de sus desacuerdos con el sistema educativo del Estado de Illinois.

  Cada profesor tenía un horario fijo todos los días, con una hora dedicada a llamar a los padres o tutores legales. Había tres turnos, comenzando el primero a las siete de la mañana y terminando a la una; empezando el último a las nueve de la mañana y terminando a las tres de la tarde...

¡Ya es otoño de 2023, diecinueve años que han transcurrido y recuerdos que siguen vivos en una deprimente y melancólica estación del año para muchos, alegre y de hermosas memorias de vivencias para unos pocos como yo! 



jueves, 29 de junio de 2023

Características lingüísticas de textos administrativos y jurídicos

   Se trata, como en el caso de la ciencia y de la técnica, de un uso especializado del lenguaje correspondiente al mundo del Derecho y de la Administración. Es, por tanto, un nuevo lenguaje profesional, restringido a determinados ámbitos, si bien son muchos los términos que han trascendido y se han hecho de dominio común, por ejemplo: fallo, sentencia judicial, procesamiento, testador, certificado…, lo cual es lógico si consideramos que se trata de algo que atañe a nuestra vida diaria.

  Como rasgos generales podemos destacar los siguientes:

a) Al contrario del texto científico, es un lenguaje conservador, que ha evolucionado muy poco a lo largo del tiempo y tiende a emplear expresiones y esquemas lingüísticos fijados hace mucho tiempo. De ahí la gran cantidad de arcaísmos y latinismos que contiene.

b) Este hecho le otorga un carácter formulariode lengua esquematizada, convencional, hecha a base de “clichés”, bastante rígida y con poco espacio para el desarrollo del estilo personal.

c) Lo mismo que en la ciencia, se busca la precisión y la claridadpero, si bien los términos son también aquí precisos y monosémicos, el propio desarrollo de los textos provoca a menudo ambigüedad y confusión.

d) Lo anterior se debe a que, al menos en textos como los jurídicos y los contractuales, se hace necesaria la cita explícita de todos los supuestos y circunstancias, lo que les otorga un talante farragoso, confuso y, para los profanos, a menudo ininteligible.

e) Por su propia naturaleza, dada la universalidad de los conceptos que encierra, ha de ser un lenguaje objetivo.

f) Los textos no son uniformespuesto que el Mundo del Derecho y el de la Administración se dividen en muchas ramas. Así, a modo de escueto resumen, podemos clasificarlos en:

  - Textos legislativos: Reales Decretos, resoluciones del Consejo de Ministros, Órdenes Ministeriales, resoluciones de otros órganos inferiores, disposiciones administrativas, etc.

 - Escritos procesales, pertenecientes al ámbito de la Administración de Justicia: Auto, Suplicatorio, Requerimiento, Emplazamiento, Sentencia, Acta, Ejecutoria, Recurso, Apelación, Exhorto, Demanda, etc.

 - Escritos Administrativos, que regulan las relaciones entre los particulares y la Administración Pública u otras administraciones: escritos de solicitud como la Instancia, certificado, currículos, impresos de matriculación, declaración de impuestos, etc.

 - Escritos notariales y contractuales. Regulan las relaciones entre particulares. Se incluyen aquí los contratos de cualquier tipo: de compraventa, de arrendamiento, etc., testamentos, documentos de cesión, contratos de servicios diversos (energía eléctrica, suministro de agua, etc.).

g) Cada uno de estos escritos responde a un esquematismoa un modelo de confección que los convierte en escritos “prefabricados”, es decir, en textos con una tipología muy definida y en los que sólo es preciso incluir los datos y circunstancias particulares de cada caso. Así, una instancia suele tener este esquema:

   Encabezamiento, con la mediación del destinatario y la presentación del solicitante.

   Exposición, donde se enumeran los hechos y los argumentos en que se basan.

   Solicitud o súplica, donde se concreta la petición que motiva el escrito.

   Despedida formulatoria.

             

               Rasgos Gramaticales

 

  Dentro del sintagma nominalencontramos como rasgos destacables:

- Abundancia de sustantivos abstractosnecesarios para nombrar los distintos conceptos jurídicos: justicia, libertad, autoridad, etc.

- Artículos con valor generalizadorque otorgan carácter universal a los nombres que preceden, lo que está en relación con la objetividad y generalización de las leyes. Así, cuando se habla de el juezel fiscal, etc., se refieren a cualquier juez o fiscal.

- Los adjetivoscomo en el caso de la ciencia, son especificativos: sirven sólo para atribuir cualidades objetivas a los nombres.    

  En cuanto al uso de las formas verbales, también está condicionado por la pretensión de objetividad y generalización. Por ello encontramos:

- Dominio absoluto de la tercera persona.

Futuro con valor imperativo, por ejemplo: Los herederos se personaran ante el notario. En la misma línea está la presencia de perífrasis obligativaspor ejemplo: Los encausados deberán comparecer ante el juez una vez por semana.

 - Se utiliza el futuro de subjuntivo (en el ámbito lingüístico, es un arcaísmo. Pero se utiliza regularmente en textos de este tipo), por ejemplo: “Si así se dispusiere...”

 - Empleo del gerundio (aunque en lingüística no se considera correcto, puesto que en este tipo de textos se abusa mucho. Pero así está impuesto en este lenguaje), que incluso aparece lexicalizado en escritos como las sentencias judiciales, por ejemplo: los resultantes  y considerandos.

   Construcción oracional:

- Los periodos oracionales suelen ser largos y complejos, con una sintaxis intrincada, en ese intento aludido de explicitar todos los matices.

- El mismo propósito persigue la abundancia de enumeraciones.

- La objetividad impone la presencia de construcciones impersonales y pasivas reflejaspor ejemplo: No se entiende sujeto a esta ley.

Coordinación adversativa, para restringir y matizar conceptos más amplios.    

- Presencia de subordinadas mediatizadoras, a fin de señalar condiciones, causas, consecuencias, etc.

 

  Fórmulas fraseológicas y léxicas.

 

  El carácter formulario y conservador del lenguaje jurídico se manifiesta sobre todo en el léxico y la fraseología, que tienden a permanecer inalterados a lo largo del tiempo, en correlación con la pervivencia de los propios conceptos. Por eso encontramos:

  - Un vocabulario muy amplio y rico, especializado y lleno de matices diferenciadores entre términos que en la lengua común se consideran sinónimos, por ejemplo: no es lo mismo propiedad que posesióncontrato que convenio.

- Multitud de arcaísmos y latinismos, herencia del Derecho Romano, por ejemplo: abintestato (procedimiento judicial sobre herencia y adjudicación de bienes de quien muere sin testar), enfiteusis (cesión perpetua o por largo tiempo del dominio útil de un inmueble, mediante el pago anual de un canon y de laudemio por cada enajenación de dicho dominio), cohecho (delito consistente en sobornar a un juez o a un funcionario en el ejercicio de sus funciones, o en la aceptación del soborno por parte de aquellos), anticresis (contrato en que el deudor consiente que su acreedor goce de los frutos de la finca que le entrega, hasta que sea cancelada la deuda), posliminio (reintegración de quien había sido prisionero del enemigo a sus derechos de ciudadano romano), fideicomiso (disposición por la cual el testador deja su hacienda o parte de ella encomendada a la buena fe de alguien para que, en caso y tiempo determinados, la transmita a otra persona o la invierta del modo que se le señala. …

- Máximas y aforismos latinos con carácter sentencioso: In dubio, pro reo (En la duda, a favor del reo); Excusatio non petita, accusatio manifiesta (La excusa no pedida es una acusación manifiesta), Consuetudo est optima legum interpres (La costumbre es la mejor intérprete de las leyes); Plus actum quam scriptum valet (Tiene más valor lo hecho que lo escrito); Qui accusare volunt probationes habere debent (Quienes quieran hacer una acusación, deben tener pruebas); Nemine licet ignorare ius (A nadie le está permitido ignorar la ley); Obligat lex simul atque promulgata est (La ley es obligatoria desde el instante en que es promulgada).

- Fórmulas de tratamiento en relación con el rango de la persona aludida, por ejemplo: Ilustrísimo Señor, Excelentísimo Señor.           

- Abundantes fórmulas y frases hechas que se han conservado a lo largo del tiempo, por ejemplo: Debo declarar y declaro; Lo pronuncio, mando y firmo; Es gracia que no duda en alcanzar el recto proceder de V.I. No obstante, existe en la actualidad una tendencia a la simplificación de este retoricismo, sobre todo en los escritos administrativos. 

sábado, 25 de marzo de 2023

Explicaciones, apuntes o fichas en otros dos blogs que están también a tu disposición...

 Este blog surgió, simplemente, como una herramienta de ayuda a todas aquellas personas a las que les he impartido clases en Gran Canaria, en Fuerteventura, en Lanzarote, en El Hierro, en La Palma o en Chicago. Con el paso del tiempo, fui creando otros dos blogs más que iban dirigidos a los estudiantes a quienes imparto ahora clases en Bachillerato y en la ESO, dejando este para publicaciones más personales y de todo tipo.

 Para mis alumnos de Bachillerato he creado últimamente estos dos enlaces en un blog que dediqué a primero y segundo de Bachillerato:

    http://bachilleratos-fuerteventura.blogspot.com/

Dentro de este mismo blog se puede encontrar un indicador para Primero de Bachillerato, en el cual hay, a su vez, más enlaces que facilitarán la descarga de apuntes:

http://bachilleratos-fuerteventura.blogspot.com/2021/02/apuntes-de-lengua-y-literatura-para-el.html

En cuanto al blog de la ESO, el enfoque venía siendo diferente, pues había solamente publicaciones de artículos periodísticos o composiciones literarias.

http://esovigan.blogspot.com/

 

Últimamente se han insertado actividades y apuntes:

http://esovigan.blogspot.com/2020/05/tercer-paquete-de-actividades-en.html


domingo, 15 de enero de 2023

'Un día con Elsa López', Pedro R. Mederos Díaz

 Una jornada con Elsa no es un día cualquiera, como cualquiera sabe que Elsa solo hay una, por supuesto; aunque yo lo desconocía hasta que conocí a la persona…¡Y desde ese momento ya por fin lo supe! Todo el mundo conoce a la escritora, a la poetisa, al mito o a esa leyenda que la acompaña desde joven: hiperbólicos rumores o analfabetos chismorreos que desembocan en barrancos de Garafía y que entretienen a quienes llevan vacías vidas en sus valijas de viaje. Desconocía a la persona o a esa enorme personalidad que muchas mujeres postmodernistas de hoy en día ya quisieran tener para sí.

 

   Lo primero que dijo la poetisa al presentarnos en la Sala de Profesores del IES Cándido Marante de San Andrés y Sauces fue toda una sorprendente declaración de intenciones que llamó poderosamente mi atención: “a tu madre no la he llamado porque sé por lo que está pasando…” Un razonamiento que yo mismo desde joven he seguido a pies juntillas y que me ha llevado a ganar la fama de “raro”: ¿acaso hay que dar el pésame a alguien “por quedar bien”? Se comparte la pérdida de un ser querido cuando apetece y se sabe que es el momento preciso…¿O es que acaso las personas no tienen derecho a llorar o a buscar al ser que emprende su viaje en la intimidad de su soledad terrenal? 

 

  Mercedes, compañera de profesión y amiga de Elsa, nos regaló la presencia de la escritora en el centro de enseñanza ñamero. Nieves, amiga y también compañera, la propia Mercedes y yo habíamos concebido la original idea de pedir a la Comisión de la EBAU de Canarias que introdujera en su antología el poema “Yo vuelvo a La Palma”, excusa perfecta para que el Norte de la isla homenajeara a quien lo encontró hace muchos años en El Tablado, en Garafía…¡Si es que alguna vez lo perdió!

 

  Tan rápido como se pudo, nos trasladamos a un improvisado “cuarto del café”, en otro tiempo laboratorio de Química, e iniciamos un interminable encuentro que precedía a unas reconfortantes charlas que Elsa se prestó a impartir, de forma desinteresada, por ese húmedo castillo encantado que es el instituto de San Andrés y Sauces. Una enorme edificación que tiene su propia atalaya después de la fusión con el otrora primer ciclo de la ESO del colegio de al lado y con el edificio del antiguo instituto de Formación Profesional, al cual se accede subiendo una insufrible pendiente, después de traspasar el “otro puente” y cruzar por los pasillos de los fugaces encuentros con algún ser viviente (poca comunidad educativa para tan inmensa estructura de hormigón armado). A su vez, regalador de un maravilloso mirador que nos obsequiaba con la visión de una de esas mañanas de anaranjadas y amarillas alboradas, desconocidas para los que solamente podemos disfrutar de los azafranados y añiles atardeceres en el Valle de Aridane.

 

   Firme como su tersa y eterna piel de senectud extraviada, nada que ver con su inseguro personaje autobiográfico de El corazón de los pájaros, me atreví a hacerle a Elsa uno de esos comentarios que en más de una ocasión se ha ganado una metedura de pata por mi parte: “te miro, Elsa, y me quedo sorprendido de ese cutis sin señal alguna del paso del tiempo”. Lejos de pavonearse y sabiendo perfectamente que no se trataba de un cumplido, me replica en un tono sentencioso y seguro:”pues ni me maquillo ni me peino; le pregunto a Manolo que cómo estoy y ya sé que voy bien…”

 

   Hablamos de lo que el mar representó siempre para ella y para todos los que una vez emigramos: libertad siempre buscada y que estaba precisamente en el bolsillo, aunque no lo supiéramos…¿Por qué evadirnos hacia otros lugares, cuando todo está en nosotros mismos y en las circunstancias que creamos?

  Después nos atrevimos a navegar en barcos que siempre surcan ese océano capaz de conectar a su sufrida  y querida Guinea Ecuatorial con sus no menos amadas Islas Canarias y, sobre todo, con su isla, con La Palma, el auténtico amor de su vida que engendró a la otra parte de su espíritu. ¡Qué decir de la situación de su natal Guinea Ecuatorial…! La misma opinión que cualquier demócrata universal de bien: cinismo por parte de un Gobierno de España que denuncia dictaduras que atentan contra los Derechos Humanos y que silencia al sangriento régimen de Teodoro Obiang a cambio del beneficio de parte del nuevo oro negro y de las buenas relaciones comerciales.

 

   Y la jornada iba pasando entre charla y charla, ante la lela cara de gozo de los adolescentes; tal encantadora de serpientes, Elsa iba jugando con cada palabra, con cada gesto y con esa mirada eterna y penetrante que atraviesa el alma de forma dulce. No hubo que llamar la atención del joven que rompe la armonía con su teléfono móvil, azote de los que nos gusta enseñar y que te atiendan. Una mujer a la que no le hace falta romper la cohesión de su discurso ni tampoco la morfosintaxis de sus oraciones para reivindicar su femineidad y su preocupación ante la deriva que está tomando esta dictadura de internet, de las redes sociales, de Google o de cualquier pantalla azul que se apodera del cerebro de la juventud y la hace esclava.

 

   Nos trasladamos con ella de Madrid a El Tablado en un abrir y cerrar de ojos, allí donde se hizo fuerte ese amor indestructible que ni mil volcanes pudo ni podrá sepultar. Valentía y personalidad como mujer capaz de superponer el amor a cualquier tipo de convencionalismo, en unos retrógrados y puritanos pretéritos tiempos en ese norte de La Palma que comprendió y aceptó sus circunstancias en momentos complicados de su vida, a la vez que los más felices.

 

 Al despedirnos, una loca propuesta por mi parte: “esta experiencia se merece la redacción de ‘Un día con Elsa López’, ¿no te parece?” A lo que ella me respondió con su mirada eterna y su voz sentenciosa: “hazlo, espero que lo hagas…” ¡Qué nadie dude de que Elsa solo hay una, como ya desde este momento cualquiera debe saber, y que nos hace falta para que siga inspirando a esas nuevas generaciones que preparan su camino para la EBAU con su poema “Yo vuelvo a La Palma”!